28 de febrero de 2009














Mi espíritu se siente oprimido
por una terrible angustia,
por una tristeza mordaz.

Hace tiempo que mis alas se rompen
como frágiles ramas bajo un huracán;
los cuchillos de la vida
las atraviesan con saña y mezquindad;
he querido hacerlas de hierro
pero son demasiado pesadas para volar.

Siento que poco a poco
mi ánimo y mis fuerzas flaquean,
que no será capaz de volver a volar;
y en sueños veo trozos de mi cuerpo
que se extienden a lo largo
de la arena negra de la playa;
los más cercanos al agua
fluctúan sobre la espuma,
adentrándose en el mar
subiendo y bajando con las olas de la vida,
vagando por la espesa niebla
de la infernal soledad.

Estoy casi sin cuerpo ni alma,
flotando como humo que se aleja
lentamente hacia las alturas.
Me siento vacía y sola.
Cada vez el vacío es más largo...

¡Ya no soy nada!

Ana (Sin fecha)

3 comentarios:

SIZAMO dijo...

Ánimo amiga, a ver si el siguiente poema que publiques tiene connotaciones más positivas. Sé que tú puedes. ¡Vive! Te necesitamos, aunque no nos veamos.

garanorte dijo...

Gracias Silvano. Son estados de ánimo y salen esas cosas pero éste fue escrito hace muchos años y es verdad que en este instante es una descripción de mi estado de ánimo. De todas formas yo continuo esperando tiempos mejores. Aún me queda la esperanza. Besitos

Cristina dijo...

Hola Ana,
espero que en este instante esos tiempos mejores ya sean una realidad en tu vida y puedas de nuevo sonreir y llenar cada día de alegría.
Tu blog promete y esa capacidad creadora que tienes puede ser el motor que te conduzca a recobrar la ilusión por hacer cosas bellas.
Cuídate mucho querida amiga y avísame cuando necesites hablar, pasear o simplemente salir de casa.
Besitos