Hay días que me pierdo
en mi laberinto interior
y buscando una salida
a esta desazón que llevo dentro
me hundo en la penumbra.
A veces veo pequeñas luces
que me indican el camino
y cuando me acerco a ellas
se escapan, desaparecen.
Entonces me desmorono,
me falta el aire,
me debato en la oscuridad,
lucho por aflorar
y le echo un pulso a la vida
a ver si le puedo ganar.