12 de septiembre de 2010

Este fragmento lo he recordado al perder a una persona que ni siquiera sabía que estaba enferma por lo que me causó una gran conmoción., Ella era familia un tanto lejana? (su padre y el mío eran primos) y aunque nos veíamos muy poco yo sentía un especial cariño hacia ella. Creo que es porque siempre llevaba la sonrisa en la cara y que de ella emanaba una gran dulzura. Yo, desde aquí, me sumo a la tristeza de todos los que la conocían y principalmente de toda la familia. Hasta siempre Mari Carmen.

«El conocimiento de la verdad no alivia la tristeza que sentimos al perder a un ser querido. Ni la verdad, ni la sinceridad, ni la fuerza, ni el cariño son capaces de curar esta tristeza. Lo único que puede hacerse es atravesar este dolor esperando aprender algo de él, aunque todo lo que uno haya aprendido no le sirva para nada la próxima vez que la tristeza lo visite de improviso».
Del libro TOKIO BLUES (NORWEGIAN WOOD) de MURAKAMI, HARUKI

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